domingo, 2 de diciembre de 2007

SILENCIO GRIS...

















9 comentarios:

bogar dijo...

Con la Esperanza de que nunca mas se repita.
P.D.Me gusta mas el Silencio Blanco.Gracias por recordarnos la historia

Híspalis dijo...

Impresionante.

vicenteeldelasalmendras dijo...

Espero que algunos botarates con sus nacionalismos de pacotilla no nos lleven a esto otra vez. Impresionantes fotos. Me he quedado sin palabras.

el aguaó dijo...

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Imágenes de vestigios que se mantienen para hacernos recordar que algunos momentos de la Historia no se deben repetir.

Un abrazo amigo.

P.D. No tardes tanto en volver.

nefer dijo...

Amiguísimo CalleFeria:

Eliminar al enemigo, es decir al que me impida conseguir el objetivo.

El objetivo es en el 100% de los casos es el poder, es decir, por dinero.

No fué la primera, y por desgracia no será la última vez.

¿Cuántos casos se están dando ahora mismo?

1BESO.

Reyes dijo...

Ojalá no se repita.
En una ocasión leí que un soldado ruso, al liberar el campo, se le acercó una mujer de mirada perdida que pedía leche para su niño en brazos, de meses.
El niño llevaba tiempo muerto, y él se vió en la obligación de darle la leche, por piedad con la mujer.
Ese testimonio le había marcado, y a tanta gente anónima que no ha podido pasar de la puerta de "El trabajo os hará libres".
sencillamente no paran de llorar sin saber porqué.
Me alegro de tu vuelta, amigo.

Diego Romero dijo...

Que verdad es eso que dice: una imagen vale más que mil palabras.

Un saludo.

Raúl Ramírez dijo...

Dan verdaderos escalofrios

Anónimo dijo...

Hay que tener valor para entrar ahí. Yo creo que no lo tendría.
En un viaje estuve en Alsacia Lorena, donde visité un viejo campo de batalla de la 1ª Guerra Mundial, Vieil Armand. Todavía estaban allí las trincheras, los puestos de guardia, etc. Se veían los impactos de bala. Además era una mañana de intensa niebla.
También hay allí un cementerio de los caídos en dicha zona.
Una cosa es leer en los medios la noticia de los miles de muertos de tal guerra y otra leer el nombre y apellidos de cada soldado muerto en su tumba. Y si además casi todos tenían menos de veinte años cuando murieron...
Salí de allí realmente impactado; así que creo que jamás tendré valor para ir a visitar un campo de concentración.