Hasta hace unos años nunca supe cómo llegaban allí.Tampoco sabía quién los ponía, ni por qué razón.
Ni si era un efecto estético o un gesto de amor.
Simplemente era algo que a mi hijo, desde pequeño le llamó la atención.Ni si era un efecto estético o un gesto de amor.
Hace cuatro años que me contaron la historia: Una hermandad de barrio, una ilusión de jóvenes costaleros, unos ensayos desde Octubre, un capataz de triana, un coche, una carretera, el dolor de una madre.
Desde aquel Lunes Santo, hace ya treinta años, una mujer se acerca a las tres de la tarde al llamador del Señor del Soberano Poder y le entrega al capataz dos claveles rojos.
"Son las manos de mi hijo", dice ella.
De ese hijo que después de tantos ensayos luchando por crear una de las mejores cuadrillas de costaleros, se dejó la vida en una curva sin poder acompañar a su Cristo por el puente.
No soy hermano de San Gonzalo, no conocí a Juan Vizcaya ni conozco a su hijo Manuel, ni siquiera vi nunca a esa mujer. Modesta me dijeron que se llamaba, y este año nos dejó.
Cuando este Lunes Santo vea esa protestación de fe en blanco y rojo y el paso se acerque, mi hijo querrá, como todos los años que le cuente la historia de los claveles rojos del llamador.
Pero este año no habrá historia que contar, salvo que ya sabremos la explicación de ese izquierdo por delante.
Este año, el izquierdo de la cuadrilla del Tardón, ese valiente izquierdo por delante, sólo buscará una cosa....los claveles de Modesta.
18 comentarios:
Amigo Calleferia, no conocía la historia, y debo confesarle que me he emocionado. Había escuchado algo... matices, esbozos, pero nunca la historia completa. De todas formas, espero que este año vuelvan a aparecer los dos claveles rojos, alguien debe ponerlos ahí, para que la memoria de Modesta y Juan Vizcaya esté siempre presente... y para que pueda volver a contarle a su hijo esa hermosa historia.
Un abrazo.
..sabía la historia..pero lo que no podía imaginar es el final tan dulce, tan bello, tan triste y melancólico con que la has firmado. Todo en estos días de presagio se hace emoción al leerte como un paseo por la calle Feria. Enorme.
Bonita historia, te felicito por la forma de relatarla y por tu acercamiento arrabalero. YA ERA HORA.
1abrazo
Ibrahim.
Conocí esa historia a través de una retransmisión de Canal Sur y hace poco conocí también que este Lunes Santo faltaría Modesta.
No sabía de la historia, aunque sí del accidente del capataz.
Estarás de acuerdo conmigo en una cosa, la sensación tan mágica que se produce cuando le cuentas a tu hijo alguna historia referente a la cofradía que estás viendo como cuando tu padre o tu madre te las contaba cuando eras pequeño.
Cada vez que visito tu blog me reencuentro con alguna historia desconocida o algun detalle cofrade que cuando lo recuerdas te hace sentir que cada vez esta lo añorado mas cercano.
Una magnifica forma de describir esta historia.
un abrazo
No se expresar lo que he sentido al leer esta historia. Puede que no sea por la historia que tan bien retratas, cuentas y describes. Puede que sea porque por un instante te he recordado a mi lado en la noche de cualquier Lunes Santo pasado, paseandonos la cofradia por su barrio Leon una y otra vez con los pies cansados y los riñones hundidos culpa de esa linda factura que se cobra el Domingo de Ramos. Puede que sea porque recuerdo el momento en que ese "Domingo cualquiera" sales del paso ya en nuestra iglesia y te busco, y me buscas vestido de penitente y me abrazas. Puede que sea porque me as enseñado mucho o simplemente sea porque muchos dias, aunque no lo parezca, sueño con que esos momentos se produzcan mas a menudo.
Gracias papa. Cada dia me dejas mas impresionado con tu forma ya no solo de contar, sino de redactar una historia
Amigo calleferia, no sabía nada de la historia, pero me ha impresionado.
No se si la historia en si o tu forma de contarlo.
El babero que me he puesto al leer a mi amigo, ese que está repartio entre san julián y la calle feria, me lo he tenio que quita y ponerselo a él mismo cuando he leido a bioticappear. A que el niño sale al padre?
DORAIMON
Amigo callefería mi enhorabuena por la forma en que nos has hecho partícipe de esta bella historia de la Semana Santa; otra leyenda de claveles y devociones ocultas de nuestra Sevilla oculta.
Quisiera añadir que Juan Vizcaya falleció en la carretera cuando venía del Rocío, era el capataz asignado por la hermandad de San Gonzalo para formar su primera cuadrilla de costaleros. Se realizarón muchos ensayos y al final por un trágico accidente no pudo estar el Lunes Santo con su Señor del Soberano Poder. Sus hermanos de la trabajadera lo pasearon por el campo santo sevillano y al depositar el féretro, dejaron sus costales sobre él. A él se le dedicó la marcha Requiem que compuso las Cigarreras (Bienvenido Puelles 1986. Compuesto en conmemoración del 10º aniversario de la muerte de Juan Vizcaya, quien fuera Capataz de la 1ª Cuadrilla de Hnos. costaleros).
Ahora es su hijo quien va a cargo de la cuadrilla del Soberano Poder.
Su hijo Manuel Vizcaya López es capataz del paso de Nuestro Padre Jesús de las Penas de la hermandad de la Estrella y del paso del Soberano Poder en su Prendimiento.
Como anécdota contar que Manolo Vizcaya es el capataz del paso Cristo de la Estrella y en San Gonzalo sale de nazareno.
El capataz de San Gonzalo es José Manuel Garduño Lara que en la Estrella sale de nazareno; hijo del famoso vestidor.
Amigo Caridad: muchas gracias por la aportación detallada de tantos datos. Yo también espero,como dice el querido aguaó, que este año no le falten los claveles. Si es posible, en la mudá de los Servitas, que es el próximo sábado, hablaré con nuestro amigo pregonero para entre los dos convencer a la gente del Tardón que va por allí para que no falten.
Por cierto, querido ojival, volver a reiterarte las gracias por todo lo que has escrito en tu blog sobre nosotros, y en respecto al comentario del amigo Txomin, decirle que sí, que lamentablemente está lo añorado demasiado cerca. Ojalá fuera hoy Miércoles de Ceniza.
Querida Dama, iba a comentarte algo respecto a los hijos, pero me he quedado sin palabras al leer lo que el mío ha escrito aquí. Desconocía que leyera mi blog y ....en fin ¿que puedo decirte Luis?.
Te quiero hijo.
Con tanta emotividad habeís conseguido emocionarme, los unos por llevar claveles, los otros por reconocer lo que es justo reconocer a sus mayores.
Yo, afortunadamente no tuve que llevar claveles a ninguna cofradía, o si, pero los llevé siempre encima, y también los paseé por Sevilla con mi Padre, y con Doreimon, y con el Padre del Monsto que se le ocurrió éste blog, y con el Carvo, y con el Negri, y con un sin fin de etc...que no daría tiempo a escribir y a recordar (y otros de nefasto recuerdo).
A lo que iba que me pongo a divagar, Gracias Luis por crear el blog, por enseñarnos historias, y sobre todo por hacernos decir cosas que sólo seriamos capaces de decir en Vizcaino con más de tres cervezas (exaltación de la amistad), con el consiguiente gasto económico que ello conlleva (soy Judio no lo puedo evitar).
Ahora se que tengo, perdón, que tenemos, perdón, que somos una gran familia que los pasos han unido, y como reza el precepto litúrgico, lo que dios ha unido, que no lo separe el hombre.
Un Abrazo a todos.
Ibrahim.
Querido Calleferia, la historia que emocionalmente relatas era de mi conocida, puesto que la marcha Requiem compuesta por el actual Hermano Mayor de San Gonzalo, que casualmente sale de costalero,fue dedicada por éste al protagonista de dicho relato.......
Sabiendo de tú pasión por todo lo macareno, me complace saber que también te tirán las historias de nuestra tierra arrabalera.....
Ego fecci ruán negro anno MMVII
Esa respuesta es justo la que a mí, como madre, me gustaría recibir algún día.
Enhorabuena, calleferia, has sabido trasmitirle a tu hijo a la perfección lo que sientes.
Ten la seguridad de que seguirá tu ejemplo.
Simplemente impresionante tanto la historia que no conocia como los comentarios aqui escritos por mucho de ustedes.
Luis como siempre espectacular.
Al amigo eggo fecci tengo que contarle un pequeño secreto (o mejor dos). El primero es que curiosamente yo nací en la calle San Jacinto, en la Cruz Roja de Triana. El segundo es que pasión, pasión, lo que se dice tener pasíon, la tengo por el barrio de la Feria. De hecho, no soy hermano de la Macarena, sino de la Hiniesta, Monte-sión, el Gran Poder y Servitas.
Además, alguien dijo que la zona de la Feria y Triana son los únicos barrios que quedan en Sevilla con personalidad propia.
Un abrazo amigo.
Amiga Dama: Algún día te lo dirá. Lo difícil es poder transmitirle tus gustos, tradiciones, valores, etc., y a la vez, permitirle (y animarle) a que tenga sus propios criterios.
Querido Ibrahim: gracias a Dios sabes que entre las personas que nombras en tu precioso comentario, no hacen falta tres cervezas para exaltar la amistad (aunque esperemos que nunca falten), y si no, fíjate en el comentario que hace el amigo perezoso (nunca he visto un nick tan acertadamente puesto); al que le diría que lo que de verdad es espectacular son los comentarios que los visitantes haceis en este blog.
Publicar un comentario